5/5/10


Yo ando. Tú andas. Él anda. Nosotros andamos(?). Y así estamos todos: andando. Con malhumores y de los buenos. Con esperanzas y utopías. Cargando con nuestras debilidades, con lo que somos y con lo que queremos ser. Sorteando lo pequeño o lo grande que impide nuestro andar, triturando a aquello que le pone trabas a nuestros deseos y cerrojos a nuestra ilusión. Andamos haciendo huelga de silencios y paros de angustias. Diciéndole stop a la tristeza y dándole vía libre a la felicidad. Andamos acumulando ausencias. Heridas. Miradas. Amores de los todos: los imposibles, los desamorados, los platónicos y ese extraordinario. Conservando cicatrices. Angustias de meses. Incertidumbres. Andamos pese a que las flechas se trunquen y no sepamos si avanzar, retroceder o cambiar de senda. Andamos no sabiendo si es mejor ir por colectora o llegar más rápido por autopista. Avanzando o siendo tentados a retroceder unos metros.Y en ese andar llevamos presencias eternas. Compañías pasajeras. Sueños a montones. Infinidad de gracias. Rencores muy pocos y algunos cuantos perdones por dar. Lo importante es que andamos pese a que a veces sólo nuestros pies andan y nosotros simplemente los seguimos.