4/5/10


Cuando sos chico soñás con lo que vas a ser cuando seas grande. Y si te dejan soñar, soñás en grande…. Si soñaste mucho con la vida que querías, sabés muy bien lo que querés y también sabés lo que no querés, lo que no cuaja con lo que soñaste para vos…. Al imaginar nuestra vida, nos convertimos en un personaje de nuestra propia novela. Perseguimos siempre esa vida que imaginamos… pero cómo se hace para vivir si sabés que esa vida que imaginaste nunca se va concretar? Lo que nos sostiene son los sueños, pero cómo hacés cuando entendés que eso es imposible? Hay que conformarse con la vida que nos toca? Hacemos lo imposible por ajustar nuestra vida a lo que soñamos y la vida se resiste…se revela…El problema de los sueños es que a veces se convierten en capricho. Cualquier detalle distinto a lo que imaginaste arruina la felicidad. Duele mucho la felicidad cuando sos un soñador. Pero lo que duele es lo ideal, no la realidad…Hay que dejarse sorprender, que la vida elija por vos. Lo ideal te puede hacer perder de vista lo real…El ideal es tan brillante que puede terminar tapando lo bello de la realidad. Los sueños nos ayudan a crecer. El ideal es una gran mole de oro que nos paraliza. La realidad es frágil, imperfecta, pero verdadera. Al final de la vida uno puede contar la vida que vivió, no lo que imaginó…. Entonces, mejor que imaginar la vida, es vivirla…..